Había estado pensando en qué debería escribir para que fuese la primera entrada del 2017, porque comenzar con buen pie y contenido es signo de que todo saldrá bien. Quizás lo he estado pensando mucho, pero lo que se me ocurrió fue iniciar con una entrada muy dulce, una entrada de esas que te hacen suspirar.
Todos sabemos que una persona letrada en tal campo, será capaz de plasmarlo en muchos aspectos de su vida personal. Por ello, no es de extrañar que un escritor de profesión sea capaz de convertir a una simple carta de amor en una hermosa composición, capaz de hacer erizar tu piel aunque no sepas en cuál contexto fue redactada del todo.
Hace un tiempo leí la entrada 6 cartas de amor de escritores famosos en una de mis páginas favoritas, Libropatas. Así que sin más vueltas, les he querido mostrar algunas líneas de esos textos llenos de amor. La entrada fue hecha con información de ThougCatalogue, Flavorwire, Vida y muerte
de Mary Wollstonecraft y la edición de Círculo de Lectores de las cartas de
Mariana Alcoforado.
1. De Gustave Flaubert a Louise Colet:
“Te cubriré de
amor la próxima vez que nos veamos, con caricias, con éxtasis. Quiero morderte
con todas las alegrías de la carne, hasta que desfallezcas y mueras. Quiero
dejarte atónita, que te confieses que nunca habías soñado de semejantes
trances… Cuando seas vieja, quiero que te acuerdes de esas pocas horas, quiero
que tus huesos secos se estremezcan con alegría cuando pienses en ello”.
2. De Jean Paul Sartre a Simone de Beauvoir:
“Intenta
entenderme: te quiero mientras presto atención a las cosas que pasan. En
Toulouse simplemente te quise. Este noche te quiero en una tarde de primavera.
Te quiero con la ventana abierta. Eres mía y las cosas son mías y mi amor
altera las cosas a mi alrededor y las cosas a mi alrededor alteran mi amor”.
3. De Honoré de Balzac a la condesa Eveline Hanska:
“Estoy
prácticamente loco por ti, tanto como uno puede estar loco: no puedo unir dos
ideas sin que tú te interpongas entre ellas. No puedo pensar en nada más que en
ti”.
4. Franz Kafka a Milena Jesensk:
“La última noche
soñé contigo. Lo que pasó no puedo recordarlo en detalle, lo único que sé es
que nos fusionábamos uno con el otro. Yo era tú, tú eras yo. Finamente por
alguna razón prendiste fuego”.
5. De Mariana Alcaforado a su enamorado francés:
“Me parece que
atento gravemente contra mi corazón al intentar darte a conocer mis
sentimientos a través de una carta. ¡Qué dichosa sería si pudieras juzgarlos
atendiéndote a la violencia de los tuyos! Pero, aunque no debiera aludir a ti,
perdona que te diga, con menos virulencia de la que siento, que no está bien
que me maltrates, como estás haciendo, con un olvido que a mí me desalienta y a
ti tendría que avergonzarte”.
6. De Mary Wollstonecraft a William Godwin:
“Si el goce de la última noche
pasada ha producido en tu salud el mismo efecto que en mi semblante, entonces
no tienes motivo para lamentar tu falta de resolución; pocas veces he visto
tanto fuego devorando mis facciones como cuando esta mañana, al arreglarme el
pelo los recuerdos – muy gratos recuerdos – hicieron aflorar el rubor del
placer”.