Hola ¿cómo se
encuentran? Hoy vuelvo con un recopilado de mis últimas lecturas. Todas ellas
por parte de mi género favorito, el romance. Pero no me juzguen en esta ocasión
he tratado de salirme de mi adicción por la romántica histórica y me he
inclinado por algunos ejemplares del romance contemporáneo. ¡Empecemos!
Ódiame de día, ámame de noche (Un Romance en Londres #2) – Nieves Hidalgo
En esta segunda
entrega de la trilogía «Un romance en Londres», Nicole intenta salvar el abismo
que le separa del hombre que despierta su pasión y convertir el odio en amor.
Jason Rowland, vizconde de Wickford, se casa enamorado de Cassandra sin
importarle sus orígenes. Sin embargo, ella solo busca su título y su posición.
Caprichosa y déspota, convierte su vida en un infierno. Cassandra ha cometido
un desliz por el que puede perder cuanto tiene, por eso busca la ayuda de quien
nunca le ha fallado: su hermana gemela, Nicole.
Pero un accidente hará que la vida de ambas dé un giro
inesperado. Cuando Nicole despierta no recuerda nada, ni siquiera su nombre.
Solo sabe que, según le dicen, está casada con un noble; un hombre que la atrae
desde el primer momento, pero que no disimula su desprecio hacia ella. Mil
imágenes que no comprende la atormentan, presiente que existe un secreto que
debe desvelar, aunque signifique su perdición, e intenta mantener las
distancias con un esposo al que no reconoce. Pero el amor hacia Jason es más
fuerte que ella. Y si del amor al odio hay un paso corto, hará lo imposible
para recorrer el camino inverso que, de entrada, parece insalvable.
Como suelo hacer casi siempre, pero no debería, me salte la
primera entrega y me fui por el libro que más me llamase la atención debido a
su portada. Este es el caso de Ódiame de día, ámame de noche, en donde su
argumento me prometía el viejo truco más viejo que Matusalén, el plot de la
gemela sustituta.
En este caso Nicole es citada por su hermana idéntica Cassandra,
quien había desaparecido de la faz de la tierra para hacerle una propuesta que
considera inmoral. Sin embargo, Nicole es débil ante su hermana y busca
ayudarle de una manera alternativa. Pero su buena voluntad terminará muy mal
para ella. Un terrible accidente la deja con pérdida de memoria y el arrebato
de la identidad de su hermana. Ella no sabe nada, solo amaneció en la cama de
un vizconde con el que le dicen está casada y por cierto, le odia.
Amo esta clase de trama. Es muy novelesca y vivo por ello.
Con respecto a esta novela en particular me atrapo bastante en sus inicios. En
especial por las personalidades opuestas que son ambas hermanas. Nicole es una
mujer bondadosa, amable y recatada, mientras que Cassandra es mezquina, ruda y entregada
a los juegos al azar, los derroches de dinero y engañar a su marido.
Nicole siente que ella no es así, pero todo el mundo le dice
lo contrario. Entre los recuerdos que van llegando a su mente y la información
sin concordancia que le dan, atravesará un camino difícil para descubrir quién
es. Jason por su parte está distanciado y decepcionado de su esposa, por lo que
vuelca su frustración en su supuesta Cassandra. Nada bueno puede salir de allí.
Aunque tuvo un inicio bueno, siento que a mitad de la novela
perdió el ritmo y el poder de captar interés. También no era de mi agrado el
discurso intenso de Nicole acerca de lo virtuosa que era, ella no tenía
defectos, ella era perfecta. El clímax también fue decepcionante, sobre todo
por las decisiones de Nicole. Creo drama que no era necesario, ni sólido.
6/10
Carter y Arizona- Whitney G
Solo amigos.
Solo somos amigos.
No, en serio. Arizona es solo es mi mejor amiga…
Arizona Turner y Carter James son amigos inseparables desde
los nueve años. Se lo han contado siempre todo el uno al otro y se han apoyado
en todas sus «primeras veces». Y, por supuesto, han sido mutuo paño de lágrimas
cuando las relaciones que han mantenido con otras personas han fracasado…
Pero a lo largo de los años, a pesar de todo lo que han
pensado los demás sobre ellos y su amistad, jamás han traspasado la línea.
Nunca se les ha ocurrido.
Nunca han querido...
Hasta que una noche todo cambió.
Así que quizá ahora…
Solo amigos.
Solo somos amigos.
O eso seguiré diciendo hasta que averigüe si Carter sigue
siendo «solo» mi mejor amigo.
No soy fanática para nada de los insta love. Por lo que me
siento atraída hacia esos romances que se van desarrollando poco a poco desde la
infancia o el pasado en general. En Carter y Arizona tenemos dos amigos que lo
son desde muy pequeños, desde que se peleaban de manera infantil diciéndose lo
mucho que se odiaban hasta el presente en donde son dos jóvenes con una amistad
sincera.
Ambos comienzan la historia interrogándose por qué no son
capaces de hacer durar a sus relaciones, pero quizás la respuesta se encuentre
en que no ocultan el nivel de intimidad que poseen y que exponen sin admitir lo
que implica.
Para darnos a conocer acerca de su pasado y presente,
constantemente encontramos capítulos en ambas líneas de tiempo. El uso de
cartas, correos y mensajes es muy empleado además.
Este libro tiene algunas situaciones graciosas, la relación
de los protagonistas es dulce y es todo. No encontré mucho más en ella para mi
lástima. Y para mi mayor lástima a medida que avanzaba y el final se iba
construyendo, ya me estaba preparando para un final plano. Sin pena, ni gloria
pero fue agradable su lectura en general.
5/10
