Con el resurgimiento que le di al blog, he ido saliendo de entradas que tenían años en la oscuridad. Por lo que en este día sacaré a la luz esta entrada “libros a los que hay que huirle”, la cual estaba desde el 2017 como una idea amorfa.
La idea entonces es la de hablar de aquellos arquetipos de personajes o situaciones que si las percibo o leo en una sinopsis, o no leo el libro o lo abandono. Tan sencillo como eso. Por una parte entiendo que ciertos panoramas pueden ser bien retratados, o manejados, convirtiendo a la lectura aunque sea en algo entretenido, pero en la mayoría de los casos, no se corre con tan buena suerte.
¡Que el desquite comience!
El protagonista macho alfa
Soy exigente con mis protagonistas, tanto femeninos como masculinos. Puedo admitir que tengan defectos, se supone que son humanos o bueno, seres con razonamiento humano en muchas ocasiones, pero lo que no te puedo soportar son conductas que para mí no tienen excusas.
Una de ellas son los protagonistas bajo el estereotipo del macho alfa. ¿Qué es esto? Hombres posesivos, agresivos y celosos. Puede que un personaje sea frio, puede que sea cerrado por su pasado o inclusive que tenga inseguridades que lo hagan actuar de una manera consecuente con estas, pero esas tres conductas, no auguran nada bueno.
Las novelas con este tipo de protagonistas terminan siendo relaciones abusivas, con un desbalance de poder impresionante. Y por completo desagradables para mí. Es que no comprendo el encanto de este tipo de personajes, ni a las lectoras que les encanta.
La protagonista tonta
Denme una buena protagonista y seré tuya novela. Creo que las lectoras femeninas estarán de acuerdo conmigo en que muchas veces nos adentramos en la historia, si nos gusta mucho hasta nos podemos imaginar como la protagonista. Algo que me pasa mucho es que cuando leo una buena historia con una protagonista empática, me gusta imaginar que estoy actuando en una adaptación cinematográfica de esa historia como ella. Confesión vergonzosa, gracias.
Pero es lo divertido de la lectura ¿no? Entonces ¿qué ocurre cuando me dan a una mala protagonista? No puedo, no puedo acomodarme. ¿Cómo es una mala protagonista para mí? Bueno, una dependiente, sin amor propio y sin carácter propio. Otra vez y como explique con los protagonistas masculinos, soy capaz de comprender muchos perfiles de personalidad. Una protagonista puede tener problemas de dependencia, autoestima y carácter, pero la intención de toda historia es que los personajes se desarrollen.
Si la novela empieza y me sigues siendo igual que en las primeras páginas ¿qué excusa me dan? Ninguna. Pobre desarrollo de personajes.
Conflictos ridículos
No, no y no. He leído tantas novelas en donde se construye un enorme misterio o conflicto para al final revelarnos una tontería. Algo que se pudo resolver con facilidad pero que por culpa de los problemas de comunicación, muchas veces inmadurez de los personajes, no se pudo.
La antesala de los conflictos debe ser relativamente similar a la gravedad del asunto. No espero que no haya tensión, pero esa tensión debe tener un equilibrio con lo que se resolverá. También aprecio la inteligencia emocional de mis personajes.
Por lo menos algunos libros son evidentes en sus sinopsis con sus conflictos, allá tú si te arriesgas. Pero otros son muy malos en ese aspecto.
Secundarios desdibujados
Toda historia se centra en sus protagonistas, obvio dah Paola. Pero a lo que quiero llegar es que muchas veces las historias se solidifican con la inclusión de un par o más de secundarios. Si se va a hacer esto, denme calidad.
Para mí los personajes secundarios pueden ser desarrollados a un nivel impresionante. Son los encargados de dar risas cuando los protagonistas están en situaciones contrarias, o de dar algo de melancolía cuando los protagonistas están felices de la vida. También hay oportunidad para el misterio, la diversidad, enseñanzas, etc. Además de ser un interesante comodín de alivio para el descanso de los protagonistas.
No te lo explico en esta, te lo deja para la siguiente entrega
Ay paciencia. No soy mucho de sagas, pero comprendo su encanto. Algunas veces un solo libro no es suficiente para desarrollar un mundo o historia. También como lectora comprendo que algunas veces necesitamos saber más de la vida de estos personajes ficticios, y se agradece, pero algo que me molesta bastante es cuando las historias son innecesariamente alargadas para ser convertidas en más de un libro.
Ok, el primer libro puede ser introductorio, pero debe presentar dicha introducción, un conflicto (no el de mayor tamaño si así se desea) y una especie de conclusión. Ah y quedan más dudas planteadas para sustentar otros libros. Eso sería un buen modelo de saga. Ahora, esos libros en donde no se preocupan por responderte una sola preguntan y no pasa nada, y dejan todo para la posterior o posteriores entregas, me parecen una burla.
En fin, ¿y ustedes? ¿Qué no soportan de un libro? ¿A qué le huyen corriendo con tan solo intuirlo? Abrazos.
Hay gustos y libros para todos, lo importante es leer y entretenerse con unos y aprender con otros. Muchas veces el título ya no me llama pero otras veces me equivoco de pleno con la eleccion. Un abrazo
ResponderEliminarCiertamente, para todos hay algo. Abrazos!
EliminarNo soporto a las protagonistas tontas, muchas veces los personajes secundarios son infinitamente mejores y da la impresión de que la prota sólo está para rellenar un espacio porque no hace nada en realidad... más que existir tal vez xD
ResponderEliminarYo siento que algunas veces el desarrollo de los secundarios es mejor por no "tener la carga del protagonismo". Pero es un efecto que resta a la historia obviamente. Abrazos!
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarLo del macho alfa y protagonista tonta me recuerda a una entrada que escribí hace un par de años en donde planteaba lo mismo, que eso era lo que más me molestaba en las historias románticas.
Lo de las sagas me saca... jajaja simplemente no tengo muchas por ese motivo, me quedo con historias autoconclusivas.
Algo que tampoco me gustan son los triángulos amorosos, para mí son completamente innecesarios jajaja
Saludos!
El equilibrio siempre será fundamental en el romance para mí jaja. Sagas, sagas. Y los triangualos pues... es para el drama. Abrazos!
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