miércoles, 25 de diciembre de 2019

Manías literarias ~edición 2019~



Es muy probable que esta sea la última entrada del año 2019. Un año en donde retome más o menos el blog. El proceso de resurrección ha sido lento, algunas veces he dudado si vale la pena o no. Es evidente que el flujo de visitas o material no es tan abundante como antes, las ideas tampoco y el tiempo invertido menos, pero como el golpe de nostalgia fue demasiado grande como para dejarlo ir, lo aprovecharé un poco más.

La intención de esta entrada es despedir el año, felicitar por navidad también. Y concluir con algo que se remonte a los inicios del blog. Que sí, son los libros. Pensé en hacer una lista de libros leídos o no leídos, pero desde hace un par de años perdí la cuenta y los tiempos en los que leo.

Mi memoria está confundida, y no sé si leí muchos en 2017, o 2018 o el mes pasado. Todo se ha reducido a si es bueno o no. Pero valiéndome de mi mente desorganizada, se me ha ocurrido hacer otro tipo de entrada. Esta será ¿cuáles son mis nuevas manías literarias? ¿Qué hago como lectora compulsivamente?

Otra vez, perdón pero no recuerdo si he hecho una entrada similar. Lo que sí puedo afirmar es que esta entrada será una versión actualizada de este tópico. ¿Cómo ha cambiado Paola?

Colección, colección que no te leo colección

Tengo una biblioteca abarrotada de libros sin leer. Tengo colecciones enteras sin leer. Mi manía más grande y que no ha cambiado por más que trate es ir acumulando libros. No importa hace cuánto los compre, lo más probable es que los lea meses o años después de la transacción.

No importa si son físicos o digitales. Es divertido buscar nuevas tramas, adquirirlas, y dejarlas acumulando para después cuando me provoque leer los libros. Es poco práctico, una tontería, consumismo puro, y una manía eterna mía.

Obligatorio leer reseñas negativas

A lo largo de los años he tenido un interesante debate interno con el negativismo de internet. No solo de internet, en mi vida y como persona. Quienes han leído algunos comentarios de mi blog, notarán que presto atención a los aspectos negativos de los contenidos: películas, novelas, comics, etc. (contenidos, aclaro, mi intención no ha sido nunca la de ofender a alguien como especifico en la introducción del blog).

Parte de mí busca tanto lo negativo por una simple razón: las reseñas negativas pueden ser objetivas o subjetivas. Me explico, más o menos y espero me entiendan, cuando leo una crítica negativa con bases, con lógica, casi siempre encuentro un mal material. Pero cuando leo reseñas negativas con bases débiles, me he encontrado buenos resultados.

Entonces, necesito saber o leer reseñas que se atrevan a decir lo negativo con sinceridad de una obra. Porque algunas veces todos estamos dispuestos a decir lo bueno, no lo malo. Y tiempo, algunas veces no tengo para perder en falsas reseñas amor y paz.

¿Qué lees? Un libro ¿De qué trata? Es interesante

Este tipo de dialogo está más enfocado en experiencias del pasado. Verán cuando leo en algún lugar público es muy común, una rutina, que personas a las que no les importa la lectura en lo más mínimo me pregunten ¿qué lees? ¿Es bueno? ¿Me lo recomiendas o resumes?

En las primeras ocasiones inocentemente trataba de explicar o resumir los contenidos leídos. Todo ello para recibir un “que aburrido”, “no me interesa”. Estos comentarios quizás no malintencionados, me han dejado un mal sabor. Por lo que puede que si me encuentres leyendo un libro y me preguntes sobre el mismo, sea algo como lo de arriba. Simplemente me bloqueo. No soy buena para reseñas improvisadas.
¿Cómo es una manía? ¿La odiosidad clasifica como una? Digamos que la lentitud en generar respuestas entonces.

El precio, determina muchas cosas

En estos días leí algo muy gracioso: “No es que las cosas sean caras. Es que tú eres pobre”. Si bien es una tonalidad graciosa, me he percatado también de que el precio siempre ha sido un aspecto importante en mi vida. Esto en el sentido de que las cosas económicas son muy atractivas para mí.

Como es evidente, no soy única, al 97% de las personas promedio les encantan las ofertas. Pero como parte de ese porcentaje, creo que es una manía mi obsesión por los libros baratos o de segunda mano. Si estás económico libro, te quiero, aunque no te conozca, ni sepa de dónde vengas.

Si te llevo a todas partes, lo siento no te leeré

Necesito concentración para leer, preferiblemente silencio. Pero también algunas veces por falta de tiempo, o grandes espacios de este fuera de casa en espera (viajes, huecos de horario, etc.) tomo un libro y lo llevo conmigo a donde vaya.

Pero algo pasa cuando tomo a un libro de esta manera, puedo tardar meses y meses sin pasar de las primeras hojas. Nunca he podido leer un libro de esta manera. Es tanta mi manía, que ahora que lo analizo, la mayoría de los libros que puedo leer son aquellos que consumo a grandes porciones en poco días. Es una manía.

Una lectura más sensata seria unos cuantos capítulos regulares por día. Pero no, vivo de desbalances por lo que prefiero desvelarme leyendo un libro por completo hasta la madrugada. Date cuenta Paola.

El olvido y la practicidad. Ha llegado: la aceptación de era digital

Pero qué original me he puesto con estos títulos madre mía.

A lo que vamos. He cambiado, mucho. Y una muestra definitiva es que más del 60% de los libros que he leído este año, han sido de manera digital. He comenzado a comprender y a amar la practicidad de tener cientos de libros en un solo equipo. Lo simple que es, lo poco que pesa y lo fácil que es llevar de una casa a otra sin dolores de espalda, polvo levantado o sobrepesos a pagar.

Es evidente que la magia de leer en físico no se borra, y mucho menos si tienes una visión miope como la mía, que trabaja además frente a una pantalla por más horas de las recomendadas al día… pero la practicidad y los nuevos rumbos, son innegables, algunas veces dolorosos.

Y ¿cuáles son las manías que han adquirido con el pasar de los años en su lectura?

No me queda más que desearles felices fiestas y ¡Un cálido abrazo a quien me lea!

4 comentarios:

  1. Feliz navidad!

    Muy interesante esta entrada.

    Me ha hecho gracia una cosa y es que, en lo personal, a mí me cuesta más hacer una reseña cuando un libro me encanta, porque es difícil elegir las palabras, diría que el libro me gusta por todo, y me quedaría tan ancha XD. Sin embargo si veo fallos o cosas que no me gustan soy más capaz de analizarlos XD

    Con el tema papel/ digital, yo tengo el corazón partío, como diría un famoso cantante. Me gusta más la sensación del papel, pero reconozco que es más cómodo y se lee más rápido en digital.

    Mis libros favoritos me gusta tenerlos en papel, pero si todo lo que leo estuviera en papel tendría que tener una casa como la del libro XD. Además como bien dices, a lo digitales no hay que limpiarles el polvo, no te duele la espalda por llevarlos en el bolso y si no te ha gustado el libro lo borras y punto...

    Unos temas difíciles de sopesar :3

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    1. Me pasa mucho que cuando un libro es muy bueno, también me quedó sin palabras. Cómo reseñó algo tan bueno, por dónde empiezo jaja. Ay la era digital vs el olor a papel, que dilema. Saludos!

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  2. A mí me pasa lo de la torre de libros: compro y compro y la torre no para de crecer. Luego los voy leyendo, pero con lentitud, claro. Me quedo de seguidora y te invito a que te pases por mi blog si te apetece. Puedes hacerlo a través de mi perfil. Un abrazo y feliz año.

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    1. Suele ocurrir, gracias! Lo haré por seguro :) Feliz año nuevo!

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